Autor: “Raúl Zibechi”

El retorno a la vida sencilla: comida casera, trueque y ancianidad comunitaria

“La verdadera autonomía está en la comida, ahí está el Buen Vivir”, explica Delio, del área de educación de la Asociación de Cabildos Juan Tama, en el sur de Colombia, en el marco del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). Desde que la organización decidió enfrentar la pandemia con la Minga Hacia Adentro, los cultivos y el trueque ganaron centralidad en sus vidas.


Movimientos en la pandemia: un nuevo comienzo rebosante de dignidad y autonomía

El periodista y analista Raúl Zibechi inaugura una sección en El Salto para dar seguimiento al trabajo de los movimientos sociales en tiempos de la pandemia. Desde Perú a México, pasando por Ecuador y Uruguay, colectivos sociales se organizan y luchan por defender el derecho a sus territorios frente a las multinacionales y los intereses especulativos, que no han frenado su avance a pesar del confinamiento.


Autonomías para enfrentar las pandemias

El futuro de la humanidad se juega en estos espacios y territorios de los abajos, ya que resistir la pandemia supone poner en juego los mismos recursos con los que resisten al Estado y al capital.


Los pueblos en movimiento son la luz al final del túnel

Mucho más allá de los gobiernos y del egoísmo de las clases medias y altas, los sectores populares profundizan su organización, estrechan lazos porque intuyen, y saben por experiencia de vida, que sólo el pobre puede ayudar al pobre, sin humillarlo, sin poner en cuestión su dignidad.


Los movimientos en la pandemia

Los movimientos de carácter rural, indígenas y campesinos, optaron por bloquear el ingreso de personas, ya que necesitan aislamiento para frenar los contagios.


El mundo pos pandemia

Tres tendencias de fondo, que nacieron probablemente a raíz de la revolución de 1968, se están desplegando de modo formidable en estos momentos: la crisis del sistema-mundo, con la consiguiente transición hegemónica Occidente-Oriente; la militarización de las sociedades ante la incapacidad de los Estados-nación de integrar y contener a las clases peligrosas; y las múltiples insurgencias de abajo, que son el aspecto central de este periodo.
Lo básico es comprender que vivimos en el interior de un campo de concentración, algo evidente en estos días de confinamiento obligatorio. ¿Cómo se resiste y se cambia el mundo dentro de un campo?
Organizarnos es lo primero. Luego, hacerlo con discreción, que no se enteren los guardias (de derecha o de izquierda) porque es condición de sobrevivencia.


A las puertas de un nuevo orden mundial

El hecho de que las “democracias” europeas hayan copiado los modos chinos de abordar la epidemia de coronavirus es una muestra de que el dragón ya es referente y ejemplo en cuanto al control social de la población.


Epidemia de neoliberalismo

Hace siglos pudimos aprender la importancia de los entornos sociales y naturales donde los virus se arraigan y multiplican, porque convivimos con ellos y no siempre nos amenazan. La peste negra debió enseñarnos que virus prexistentes se multiplican y dispersan cuando se crean las condiciones apropiadas. En nuestro caso, esas condiciones las creó el neoliberalismo.


In-coherencias progresistas

Este es el verdadero punto débil que crispa al poder progresista: hacen una política de derecha en nombre de la izquierda. Stalin modernizó el país y lo convirtió en imperio en nombre del socialismo, aún al precio de millones de muertos. La corrupción material es precedida por la corrupción ideológica y política.


Coronavirus: la militarización de las crisis

Hay que remontarse a los periodos del nazismo y del estalinismo, casi un siglo atrás, para encontrar ejemplos de control de población tan extenso e intenso como los que suceden en estos días en China con la excusa del coronavirus. Un gigantesco panóptico militar y sanitario, que confina a la población a vivir encerrada y bajo permanente vigilancia.


Guerra híbrida contra los movimientos sociales

Quienes formularon la tesis de la “guerra híbrida”, se proponían abordar las nuevas formas de la guerra entre Estados en el siglo XXI. En 2006, el general James Mattis, luego jefe del Pentágono con Trump, publicó el artículo “La guerra del futuro: la llegada del conflicto híbrido”, concepto que pronto se popularizó.
Se trataba de describir la combinación de la guerra irregular y la asimétrica en el conflicto actual, en el cual los Estados intervienen “de manera directa o delegando su actuación a agentes domésticos o proxies, guerrillas, terroristas, redes criminales o contratistas militares privados”, según el análisis publicado en la revista del ejército español.


Ecuador: dos caminos después del levantamiento

Pasados cuatro meses del magnífico levantamiento indígena y popular, que paralizó el país del 3 al 13 de octubre, puso contra las cuerdas al presidente Lenin Moreno y consiguió echar abajo el paquete de medidas inspiradas y dictadas por el FMI, el panorama político empieza a despejarse. Para bien y para mal.


Chile: territorio y poder

Los movimientos antisistémicos y las relaciones sociales no capitalistas, cobran fuerza y se potencian cuando echan raíces en territorios recuperados y bajo control de sujetos colectivos. Una de las claves de esta potenciación de los movimientos consiste en que los territorios nos brindan la posibilidad de construir poderes propios, fuera del control de las instituciones estatales.


Las nuevas-viejas formas de dominación

Los escuadrones de la muerte creados por las oligarquías en la década de 1960, claves para contener las insurrecciones populares, tenían funciones y modos casi idénticos a los actuales grupos paramilitares, al llamado narcotráfico y, en no pocas ocasiones, al accionar de las fuerzas estatales de represión.


Aprendiendo de las mujeres que luchan

Tener derechos consagrados en las leyes, pero no tener poder para hacerlos cumplir, es una forma de estar a la deriva, indefensos ante el despojo de vidas y bienes comunes.
Creo que esta es una de las enseñanzas que nos trasmitieron las mujeres zapatistas en el II Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan. Por lo menos eso es lo que pudimos leer en el discurso inaugural de la comandanta Amada.


Gatillo fácil: una herencia difícil de enderezar

Una respuesta es la que dieron las mujeres zapatistas en el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan. Como dijo la comandanta Amada en la inauguración, “en nuestras compañeras en este año no hubo ninguna asesinada ni desaparecida”.
El Estado no nos dará seguridad, como no puede darnos dignidad. Cada vez es más claro que el sistema es lo que es, y que eso no depende de que se elijan “buenos gobiernos”, como señalan algunos, porque ellos tampoco resuelven lo más fundamental: la vida.


El antifeminismo de Mujica y los silencios de las izquierdas

El “mandato de masculinidad” que Segato denuncia desde hace ya mucho tiempo: Los varones estamos ante un desafío mayor: desmontar el papel asignado por el sistema, que obliga al hombre a exhibir su potencia masculina para que lo consideren merecedor de ese lugar. En suma, “ser hombre=ser macho”.
Es evidente que la mayor parte de la izquierda, sobre todo la más “radical” (en Uruguay la corriente tupamara), no ha avanzado en una dirección emancipatoria. Prueba de ello es que sólo Jorge Zabalza, entre los principales referentes de esa corriente, ha declarado explícitamente su apoyo a las feministas. Los dirigentes del partido de Mujica (el MPP) están haciendo honor al “mandato de masculinidad” al mantener riguroso silencio sobre sus declaraciones.
Pero hay otro elemento que me parece más grave aún. El pragmatismo está haciendo estragos ya que inhibe el debate franco y abierto, como ya sucedió respecto a Evo Morales, cuando le gritería sustituyó los intercambios de ideas. Lo que predomina es una cultura política de apoyo incondicional a caudillos o, por el contrario, la crítica feroz a esos mismos caudillos. Pero en ambos casos sin debatir sobre qué tipo de sociedad queremos, ni sobre qué tipo de activistas necesitamos.


La crisis climática y los movimientos antisistémicos

Lo que nos hace falta, es organizarnos en cada territorio, en cada barrio y en cada colonia, para autogobernarnos y no depender de los gobiernos sino de las decisiones de nuestras comunidades.


Brasil: El Gobierno Bolsonaro camina hacia el abismo

Cada vez hay más preocupación en los círculos financieros internacionales por la suerte del presidente brasileño Jair Bolsonario y sus reformas debido a la conjunción de turbulencias políticas en la región y en su propio país.
La preocupación se relaciona con los llamados tiempos políticos. Se considera que el primer año de Gobierno es clave para emprender reformas, ya que luego las inercias y las trabas del propio sistema tienden a ser mayores, en particular cuando se avecinan tiempos electorales.
El influyente periódico británico Financial Times, se pregunta si a Jair Bolsonaro ya se le pasó la hora de hacer las reformas que Brasil necesita.


Chile: El pulso por el futuro: Cincuenta días en la calle

La revuelta chilena ha sido atacada por los carabineros y cercada mediática y políticamente por los partidos políticos. Sin embargo, no pierde su fuerza y se amplía con la masiva participación de mujeres jóvenes y, progresivamente, de los pueblos originarios.