Autor: “Raúl Zibechi ”

El colapso y la estupidez humana

Debemos construir autonomía, pero antes de eso tenemos que acordar qué entendemos por autonomía. En tiempos de colapso, no se valen autonomías sólo declarativas; deben ser integrales, abarcar la salud, la economía, el agua, la educación y todo aquello que hace a la vida. Porque la vida está en peligro y nadie más que nosotros y nosotras vamos a poder defenderla y reproducirla.


Nicaragua: El golpismo electoral anticipa la descomposición del orteguismo

El domingo 7 las ciudades estaban desiertas. La población se quedó en sus casas, como forma de protesta ante un régimen opresivo incapaz de aceptar el rechazo que genera. El observatorio ciudadano Urnas Abiertas asegura que hubo un 81% de abstenciones, aunque el régimen diga lo contrario.


El rechazo al empleo en el centro de la crisis

La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos publicó que 4.300.000 trabajadores dejaron sus empleos tan sólo en ese mes. En ese país, desde abril, unos 20 millones de trabajadores abandonaron sus empleos y hubo un récord de jubilaciones, cuya cifra se duplicó frente a 2019. “En 38 países de la OCDE, hay 20 millones menos de trabajadores activos que antes de la pandemia; 14 millones han abandonado el mercado laboral, ni trabajan ni buscan empleo”. La construcción de viviendas ha caído por la falta de mano de obra”. En Reino Unido hay casi un millón de puestos de trabajo sin cubrir. Según The Financial Times, se necesitan 400 mil camioneros en Europa para regularizar el transporte de carga.
Según el Nobel de Economía Paul Krugman, durante la pandemia los trabajadores realizaron un notable aprendizaje. El desorden de trabajo creado por la pandemia fue una experiencia en la que muchos “se dieron cuenta, en sus meses de inactividad forzosa, de cuánto odiaban sus antiguos trabajos”.


La Comunidad y sus vínculos son una alternativa a la vieja política

Raúl Zibechi participa en un conversatorio en el Centre Social Autogestionat (CSA) La Llavor de Torrent (Valencia)


El Estado de Chile usa el terrorismo para seguir sometiendo al pueblo mapuche

La importancia de este apoyo al pueblo mapuche recién la comprendimos, por lo menos en mi caso, cuando en la revuelta de 2019 la bandera mapuche fue la que flameó en todas las manifestaciones, desplazando otras banderas, incluso la del Estado de Chile. Para la izquierda hegemónica el tema mapuche es apenas un punto electoral, su población un posible caudal de votos, y poco más. Pero esto no sucede sólo en Chile, en toda la región latinoamericana las izquierdas no toman en serio a los pueblos originarios.


Ante el colapso global, nuevas relaciones comunitarias son necesarias

El escritor y periodista uruguayo explicó en València los elementos fundamentales que los “pueblos y sociedades en movimiento” ponen en marcha para generar alternativas de vida digna.


La multiplicación de los gobiernos autónomos

El pueblo shipibo-konibo de Perú ha formado su propio gobierno autónomo y llama al gobierno de Pedro Castillo a que lo reconozca oficialmente, como señala una carta abierta publicada el 16 de setiembre.
Desde la revuelta colombiana de este año, comienzan a organizarse “guardias urbanas” en grandes ciudades como Cali, formas de organización que demandarán largos procesos de aprendizajes colectivos. Sin embargo, como los gobiernos autónomos, las formas de organización no estatales ya están caminando, se multiplican en un proceso imparable, interminable.


Hacia la conformación de los autogobiernos indígenas en Bolivia

El Parlamento Indígena, aplicación inmediata de la Constitución, del ejercicio de la democracia participativa, directa, comunitaria y representativa, puede convertirse, con ampliaciones e incorporaciones, en la Asamblea efectiva y plenamente democrática de los pueblos de Bolivia. Por este camino, el de la democracia directa y comunitaria, se pueden conformar los autogobiernos, que es uno de los objetivos enunciados en la marcha.


El columpio latinoamericano

Cuando un país borra en un período lo hecho en el anterior, para volver luego a producir nuevos e intempestivos virajes, entra en una situación de “columpio”, de vaivén que lo lleva de políticas desarrollistas a neoliberales, por ejemplo, que no terminan de fraguar una orientación definida. El desarrollismo entró en crisis en la década de 1980, en todo el continente, para dos décadas después retornar de la mano de gobiernos progresistas a una senda similar al desarrollismo, pero ahora sin industria nacional sino a caballo del extractivismo minero y los monocultivos.


Los medios de información y la guerra perpetua

Sobre la guerra de información y la concentración monopólica de los grandes medios es necesario detenernos a debatir.


Chile: Instituciones depredadoras

Zibechi sigue encantándose con las movilizaciones grandes y pone en segundo plano el trabajo de hormiga que señalaba Galeano de “Mucha gente pequeña en muchos lugares pequeños haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”. Esa tendencia lleva al pesimismo, pues al no ver resultados se van perdiendo las esperanzas, aunque ya está visto que las instituciones pueden absorver las dinámicas amplias e integrarlas al sistema o reducir sus posibilidades cercándolas como al movimiento zapatista, que no ha roto el cerco, sino lo ha saltado mediante la multiplicación de las autonomías comunitarias. Zibechi busca a los zapatistas en todas partes, pero la autodeterminación hoy día es de los barrios, comunas y localidades.Es muy chocante que diga “el mayor error consiste en dispersar las organizaciones de base, que son las que generan los grandes eventos y las que pueden darle continuidad a los movimientos. Sin ellas quedan prisioneros de las dinámicas institucionales que los neutralizan”, pues produce la idea de que las organizaciones deberían estar “unidas” para generar “grandes eventos” y “dar continuidad”. El error sin embargo ha sido exactamente el contrario: intentar unir organizaciones sin invertir en la unidad de los miembros de un barrio, una comuna, una localidad, en fin un nicho ecológico, en torno al mundo de la vida, el nuevo sujeto transformador que modifica su entorno partiendo de su familia y sus vecinos, ya no más de los afines ideológicos. Que la visión de lo macro político y económico no oscurezca la visión del micro mundo de las nuevas relaciones sociales y afectivas, que si no se superan las actuales difícilmente se podrá mantener “movimientos”, pues no habrá nadie transformando realmente.


América Latina después de la “liberación” de Kabul

En estos momentos de gran tensión internacional, que pueden derivar en guerras abiertas entre potencias atómicas, el imperio no puede permitir que surjan opciones (estatales o desde las sociedades) que pongan en cuestión su dominación.
Por lo tanto, las ofensivas contra Cuba y Venezuela serán cada vez más fuertes. La posibilidad de que escale una guerra en la frontera colombo-venezolana es muy factible. En Centroamérica y en México el paramilitarismo se va a intensificar, gobierne quien gobierne, porque es un elemento estructural de la dominación y garantía de estabilidad para la explotación de los bienes comunes. Algo similar puede decirse de Colombia.


Si no se disuelven las fuerzas armadas no habrá Estado plurinacional: Silvia Rivera Cusicanqui y María Galindo

Radio Deseo, ubicada en La Paz, organizó el 12 de agosto un debate entre la socióloga Silvia Rivera Cusicanqui y la integrante de Mujeres Creando María Galindo, para discutir la pregunta «¿Existe Bolivia?»


Impunidad de fuerzas armadas ante crisis climática

Indigna que las autoridades emitan discursos políticamente correctos sobre el calentamiento y el cambio climático, que prometan como Joe Biden, pero que no se inmuten cuando se les dice que el Pentágono es el mayor contaminante. Las fuerzas armadas serán cada vez más responsables de la crisis climática, sobre todo durante esta transición hegemónica que promete gigantescas movilizaciones de armas y combatientes. Más penoso es ver cómo los gobiernos progresistas lanzan a sus militares y paramilitares contra quienes se resisten a las megaobras extractivas, desde el Tren Maya hasta la represa Belo Monte en la Amazonia. Los pueblos de raíz maya, el pueblo kayapó de la Amazonia y decenas de otros pueblos son los que están conservando la poca biodiversidad sobreviviente.
Esa es la razón por la que se los ataca con absoluto desprecio: son la punta de lanza de la resistencia a este modelo de muerte.


En qué punto del colapso estamos

Para perplejidad del zapatismo, y de quienes seguimos siendo anti-capitalistas, la mayor parte de la izquierda y de los movimientos “sigue recurriendo a los mismos métodos de lucha”. Como si nada hubiera cambiado, se sigue con marchas, elecciones, con estrategias y tácticas que, si acaso, fueron útiles en otros períodos.


La travesía zapatista desborda al movimiento antiglobalización

Propongo pensar la Travesía por la Vida que organiza el EZLN como la superación del movimiento antiglobalización que despegó en la década de 1990, recuperando las tradiciones de movilización internacionalista, pero, a su vez, superando algunas de las limitaciones que permitieron que fuera neutralizado.


La revolución

Pertenezco a la generación que creció influenciada por el clima político y cultural de la revolución cubana. Me contagié del entusiasmo que generaba, en particular, la figura del Che, quien no dudó en dejar las comodidades de la vida urbana pos revolucionaria para caminar selvas y montañas, porque “el deber de todo revolucionario es hacer la revolución”.

Hoy Cuba atraviesa una situación compleja, que me lleva a reflexionar en varios tiempos sobre la coyuntura, la estructura y el concepto mismo de revolución.


La revolución como problema

Pertenezco a la generación que creció influenciada por el clima político y cultural de la revolución cubana. Me contagié del entusiasmo que generaba, en particular, la figura del Che, quien no dudó en dejar las comodidades de la vida urbana posrevolucionaria para caminar selvas y montañas, porque «el deber de todo revolucionario es hacer la revolución».
Hoy Cuba atraviesa una situación compleja, que me lleva a reflexionar en varios tiempos sobre la coyuntura, la estructura y el concepto mismo de revolución.


La venganza de los virus

Al parecer no hemos aprendido nada de estos dos siglos: el bombardeo sistemático a virus y bacterias para combatir infecciones y enfermedades ha dañado nuestro sistema inmunitario, quizá de forma irremediable. Pero seguimos insistiendo en la misma receta, sin hacer balance de lo que nos puede enseñar la larga duración.
Confiar en los estados es tan ingenuo como confiar la salud colectiva a las multinacionales farmacéuticas, que sólo piensan en ganancias gigantes por su control monopólico del mercado. Una salud autónoma que se construya a contrapelo del mercado y del Estado, es tan posible como urgente.


Las semillas de la emancipación están intactas

Para que estos mundos nuevos florezcan no hacen faltan vanguardias, sino decenas, cientos de colectivos empeñados en abrir espacios para que sean habitados por la gente común, limitándose a acompañar sin imponer, debatir según los tiempos y modos de la cultura de abajo. Lo que hace falta es un nuevo tipo de activistas y de grupalidades, que no aspiren a dominar ni a subir, sino a servir.