Autor: “Raul Prada Alcoreza”

La burguesía rentista

El capitalismo financiero ha establecido algo así como una renta del capital; se paga por su uso; no solamente por concepto de préstamo, de crédito, si se quiere, también de inversión, sino por el uso mismo del capital.


Venezuela: La Asamblea Des-constituyente

Tras la revolución mexicana el Estado-nación se edificó sobre el cadáver de Emiliano Zapata asesinado.
La burocracia “chavista”, que ha usurpado al pueblo del caracazo y de la revolución bolivariana, pretende consolidar su poder sobre el cadáver de la revolución, usando el cuerpo sin vida de Hugo Chávez.
El gobierno de Nicolás Maduro solo se sostiene por el ejército, la policía, la guardia nacional, los “colectivos” armados para la “defensa” de la revolución, un partido clientelar y los fantasmas convocados por exaltados discursos oficialistas. Se ha despilfarrado el multimillonario ingreso por concepto de renta petrolera; solo una pequeña parte ha sido destinada a las comunas y a las misiones; el resto ha sido usado de manera prebendal para mantener las redes clientelares, además del enriquecimiento de la élite gobernante.
En esta maniobra la revolución bolivariana no está en juego; es más, es la olvidada. Lo que está en juego es el poder mismo; la continuidad de la forma de gubernamentalidad clientelar o su caída. Que se hable de la “revolución bolivariana”, de su “defensa”, es retórica. Pues a única manera de continuar la revolución es seguir adelante, más allá del oficialismo y la “oposición”, más allá de la “izquierda” y la “derecha”, más allá del bien y el mal. Salir del círculo vicioso del poder.


Reflexiones sobre la violencia, la decadencia y la diseminación

Cuando reflexionamos sobre la violencia, durante el período de Comuna, al inicio de la movilización prolongada, partíamos de un enfoque que se auto-denominaba marxista-indianista. Particularmente en el ensayo mencionado, se ponía en funcionamiento este enfoque recurriendo a las teorías nómadas, a la teoría gramatológica y deconstructiva, con algunos atisbos de la teoría de la diseminación. Ahora, el enfoque marxista-indianista ha sido sometido a una autocrítica, a la luz de la experiencia social del llamado proceso de cambio. Lo mismo ha pasado con las teorías nómadas, gramatológicos y de la diseminación; aunque en este caso, se preserve su aporte al pensamiento complejo.

Uno de los referentes nacionales va a ser Colombia; no solo por la guerra prolongada, que atraviesa el siglo, no solamente el medio siglo mentado de la guerra de guerrillas, sino por las peculiaridades de las genealogías de los agenciamientos concretos de fuerzas, involucrados en las formas específicas de violencia. Además del desafío que plantea el contexto de la violencia al Acuerdo de paz. Después, iremos ampliando los referentes de la reflexión considerando otros contextos nacionales; sobre todo, los más elocuentes por la desmesura de las formas de violencia desatadas.


Complicidades profundas de los enemigos declarados

¿Qué comparten el capital financiero, las empresas trasnacionales extractivistas, los conglomerados de accionistas, los dispositivos estatales de la hiper-potencia mundial, los dispositivos institucionales de los Estado-nación subalternos, que, están vinculados, aunque sea, incluso, de manera opuesta y hasta antagónica, con la extracción, explotación, industrialización, comercialización y especulación de la energía fósil? Ciertamente, la pregunta parece obvia, comparten precisamente estos procesos endemoniados, para decirlo metafóricamente, de la apropiación y transformación de la materialidad de la energía fósil; sin embargo, cuando hablamos de compartir nos referimos a mucho más. ¿Qué configuración estructural dan lugar estos vínculos, lazos, afines o antagónicos, entrelazados, incluso agresivamente, sus redes, circuitos, mallas institucionales, formas organizacionales y dispositivos estatales? Esta es la cuestión.
la otra parte de la paradoja, la complicidad de fondo de los enemigos con la reproducción del poder, la complicidad de fondo entre empresas trasnacionales extractivistas y los gobiernos “antiimperialistas”.
El hecho de que ambos, declarados enemigos, defiendan y sostengan el “desarrollo” económico, basado en la explotación de la energía fósil, los acerca tanto, que esta proximidad resulta más determinante que lo que los aleja; la disputa por el excedente de la energía fósil. Que ambos lados del enfrentamiento no sean conscientes de esta concomitancia de fondo y se concentren, mas bien, en sus contradicciones, tiene que ver con la ideología, pero también con la paradoja de la disputa por el excedente.
La responsabilidad de los pueblos para con la vida, la de las sociedades humanas, la de las sociedades orgánicas, la del planeta, en toda su biodiversidad, es salir del círculo vicioso del poder, del círculo vicioso del “desarrollo” económico, cuyo costo es la muerte de las formas de vida planetarias. Es encontrarse consigo mismos, con sus memorias sociales, en sus experiencias sociales; liberar sus potencias sociales, potencias creativas, reinsertarse con los ciclos vitales del Oikos, comenzando a dedicarse a lo que corresponde, para lo que están en el multiverso, a la comunicación con los seres del multiverso.


La hiper-burguesía de la energía fósil. Actualizando nociones de economía.

¿De qué se apropia la burguesía, que controla las reservas de recursos naturales, los yacimientos de estos recursos; que los explota, pagando una renta; que incorpora esta materia prima a las cadenas productivas y de industrialización, a escala mundial?
La apropiación de la burguesía petrolera no se explica solo por la plusvalía, derivada, de la suma de tiempos socialmente necesario no pagados a la fuerza de trabajo. El capitalismo no solo se explica por la explotación de la fuerza de trabajo, sino también por la explotación de la naturaleza, falta todavía explicar de qué se apropia la burguesía edificada sobre la extracción y explotación de la energía fósil.
Se sostiene en el referente de los desplazamientos de fuerzas, no en el sentido metafórico de la física newtoniana, sino en el sentido complejo, que le atribuye la física relativista y cuántica. Fuerzas fundamentales que crean la materia, que transforman la energía en materia, que se desenvuelven como en constante devenir, transformando la energía y la materia. Entonces, se trata, en el planeta, de la complejidad dinámica de las fuerzas fundamentales, transformadas en formas de vida y formas de existencia.
Una de las formas de vida, la humana, correspondiente a las sociedades humanas, ha construido instrumentos, como prolongación de su cuerpo; que al prolongar su cuerpo, paradójicamente, pareciera que lo han separado del Oikos, del planeta, de las ciclos vitales integrados, que hacen a la vida. Sin embargo, hay que aclarar, no es la prolongación heurística, en sí, la que ha separado a las sociedades humanas de su Oikos, sino, mas bien, es un modo de instrumentalidad o lo que llamaban racionalidad instrumental lo que ha separado a las sociedades humanas de las ecologías del planeta.

¿Cómo se ha llegado a usar la instrumentalidad, la heurística, la tecnología, para separar a las sociedades humanas de su Oikos y separar al ser humano de sí mismo, de su cuerpo?
Veamos en este texto lo que dice Marx y como actualizamos estas reflexiones, para concluir con la idea de que la hiper-burguesía del petróleo es como la condensación misma de la decadencia acumulada, la patética corroboración de la misma, haciendo elocuente el desmoronamiento del sistema-mundo y la diseminación de las mallas institucionales que lo componen.


Genealogía de los carteles

No estamos en el análisis policial, tampoco en la denuncia de la delincuencia y el crimen, así como en la denuncia política, sea a favor o en contra de la acción policial, sino con el ánimo de comprender el funcionamiento de las dinámicas moleculares de las sociedades institucionalizadas, cuya composición, combinaciones, estructuras e instituciones, muestran complejidad, y no los esquematismos duales de las prescripciones modernas.
es precisamente este patio trasero el que guarda los secretos de esta sociedad institucionalizada, secretos que la explican. Por eso, es indispensable a detenerse y reflexionar sobre los recientes sucesos, sus implicados y sus desenlaces, sobre todo, para interpretar de mejor manera a las sociedades institucionalizadas.
La ideología, incluso en sus mejores versiones, las dadas por las ciencias sociales, humanísticas e históricas, ya no explican, ni siquiera algo, de lo que pasa en la actualidad álgida y problemática. Por lo tanto, no ayuda a comprender, por ende, tampoco entender, lo que ocurre en la contemporaneidad, como fenómenos descomunales en sus desbordes violentos y perversos. Es menester, como dicen los jóvenes, cambiar de chip; comenzar a ver, mirar, observar, codificar y decodificar, de otra manera, atendiendo a la complejidad del mundo efectivo.


Sintomatología de una economía política perversa

Ningún fenómeno en el sistema-mundo es aislado, como si nada tuviera que ver con este sistema; tampoco ningún síntoma de su corporeidad maquínica está desconectado; los síntomas conforman toda una sintomatología del sistema. Por eso, es importante leer qué nos dice un fenómeno descomunal, desbordante, espantosamente violento, como el del narcotráfico, sobre el sistema-mundo capitalista, donde se encuentra y funciona. Entonces trataremos de interpretar, si se quiere, usando el término médico, diagnosticar al sistema-mundo a partir de este fenómeno perverso y este síntoma desbocado.
Parece que no se puede resolver este problema, el de la economía política del narcotráfico, que acompaña a otros problemas mayúsculos, como la crisis ecológica, la decadencia civilizatoria, la absurda y descomunal desigualdad, además in crescendo, en un sistema-mundo que ha logrado niveles tecnológicos y de uso científico, que repercuten en niveles de productividad muy lejos de modos de producción anteriores, para decirlo en lenguaje marxista, si no se cambia el sistema-mundo mismo. En consecuencia, podemos decir que el problema no tiene que leerse en los efectos, sino en lo que genera esos efectos; el problema es el sistema-mundo mismo.


La concepción proyectada del mal

La precisión de Marx sobre la ideología, en lo que respecta a la fetichización, es decir, el de atribuir vida propia o autonomía a la mercancía - cuando no se trata, de ninguna manera, de relaciones entre cosas, sino, mas bien, de relaciones sociales -, en gran parte se ha perdido, en la mayoría de las corrientes marxistas. Nosotros retomamos este sentido.
En este ensayo buscamos observar ciertos comportamientos ideológicos de las mallas institucionales en relación a las formas desbordantes y perversas del mismo sistema-mundo capitalista; haciendo o suponiendo como si no formaran parte de este sistema-mundo. Hablamos de la economía política del narco-tráfico desde una perspectiva normativa; otra, desde una perspectiva política; una tercera, lo hace desde una perspectiva policial.
No solo que la norma ha sido desbordada, no solo que ha resultado inútil, para enfrentar el narcotráfico, sino que las instituciones que norman han sido atravesadas por las redes vinculadas a esta economía política del narcotráfico.


Condiciones de imposibilidad y círculo vicioso del poder

La experiencia social supone interacciones complejas entre las experiencias individuales, así como la memoria social supone esta complejidad de interacciones. Estos fenómenos sociales corresponden a efectos masivos y a condensaciones institucionales, como los culturales. Cuando la experiencia social y la memoria social son interpretadas estatalmente, se convierten en condensaciones del poder. Se trata de narrativas estatales, que son difundidas e inscritas en los cuerpos, buscando inducir comportamientos.
Cuando se inhiben las memorias sociales y con ellas también se desconocen las experiencias sociales, y se sustituyen por la memoria estatal – claro que no sustitución efectiva, sino imaginaria estatal e institucional -, se dan las condiciones de imposibilidad que obstaculizan el desenvolvimiento dinámico entre experiencia, memoria y acción. Las prácticas no responden al aprendizaje social constante; por eso, tan poco se modifican, adecuándose a los cambios de las circunstancias y contextos transformados. Los contextos efectivos, es decir reales, son acotados por las mallas institucionales e interpretados reductiva y esquemáticamente por las narrativas estatales.


Funcionamientos de la maquinaria estatal

Los reformistas terminan construyendo una maquinaria que no controlan. Las reformas para mejorarlo, adecuarlo, incluso modernizarlo, terminan obteniendo algo incontrolable, que los mismos reformistas no entienden. Sobre todo, no entienden cómo funciona.
la producción del excedente se da a escala mundial, así como la acumulación, si se quiere, en la dialéctica de acumulación originaria recurrente y acumulación ampliada; por lo tanto, el hecho que se forme una burguesía parásita respecto a la burguesía industrial, que se apropia del excedente y lo usa especulativamente, tiene que ver con la generación mundial del excedente. La complejidad de esta acumulación y de la producción del excedente es pues mayor de lo que ha supuesto el marxismo. Se da lugar en encadenamientos extractivistas, productivos y comerciales, en el mercado mundial. El excedente se forma desde las transferencias de valorizaciones de la extracción de los recursos naturales hasta la subsunción formal y real del trabajo al capital, en las distintas regiones de la geopolítica del sistema-mundo capitalista. Se trata de la valorización integral del conjunto de transferencias de valorizaciones, articuladas a los efectos de la acumulación


Bolivia: El bumerang de la forma de gubernamentalidad clientelar

La trampa, el engaño, la estafa, el fraude, la tramoya, el ardid, forman parte, como conductas, de prácticas que buscan beneficios suplementarios, aprovechándose de confianzas y usando las leyes, normas y reglamentos de una manera pervertida. Cuando ocurre esto en la esfera política, hablando de la política en sentido restringido, es decir, institucional, se usa, además de una manera forzada y violatoria la maquinaria estatal, en beneficio de fines mezquinos, usando medios no menos miserables.


Venezuela: Responsabilidad y continuidad de la revolución

La contra-revolución de la “derecha” es contenida; la revolución goza de cohesión y fuerzas sociales aglutinadas, de la movilización popular, además del entusiasmo y confianza popular. La contra-revolución de “izquierda”, denominándola así, para mantener contrastes, es demoledora, pues se encuentra adentro; desarma desde adentro, carcome el proceso desde el interior mismo.
La única posibilidad, por así decirlo, exagerando la figura, de detectar este contra-proceso, es la crítica, la defensa crítica de la revolución en marcha.
Por eso, la burocracia, que se ha hecho cargo de la institucionalidad de la revolución en el poder, es decir, en el Estado, prohíbe cualquier crítica, declarándola, además, de “contra-revolucionaria”, de coadyuvar a la “conspiración” de la “derecha” y el “imperialismo”.
La revolución bolivariana, después de la promulgación de la Constitución, ha sido ralentizada por la burocracia; después, detenida; para luego, desmantelarla por el camino de la regresión. Ahora se encuentra en plena decadencia; ha cruzado la línea, se encuentra al otro lado de la vereda, enfrentando al pueblo.
Con esto, la revolución pierde su ímpetu desbordante, su capacidad creativa y su potencia social desplegada. La “revolución” es propiedad, por así decirlo, de la nomenclatura, de la jerarquía del partido-Estado que ha convertido al Estado en un partido. La revolución ha sido vencida por la contra-revolución que llevaba dentro.
La resistencia de la Fiscal General, hace evidente el gran contraste entre la herencia del caracazo, retomado y condensado por la revolución bolivariana, y la decadencia de una burocracia enredada en las telarañas del círculo vicioso del poder.
Que este contraste derive en la continuidad de la revolución, que pasa por la defensa de la revolución, no solo contra la conspiración de la “derecha”, sino, sobre todo, contra la conspiración de “izquierda”, que detenta el poder y lo reproduce como vicio, depende de la voluntad y participación del pueblo.


Epistemología, pluralismo y descolonización 1

Si bien, en el caso de Marx, la teleología no conduce al saber absoluto, como en el caso de Hegel, orientándose, mas bien, a la conformidad con un fin utópico, el reino de la libertad, después de pasar por la fase transitoria del socialismo, para llegar al comunismo; figura que aparece como idea emancipadora y liberadora, de todas maneras es un fin, que le otorga sentido al devenir de la historia. En términos de analogías y metáforas, la teleología marxista se parece a la teleología cristiana de la salvación y la resurrección.


Epistemología, pluralismo y descolonización 2

Los marxismos tienen un problema con la modernidad, si exceptuamos a Walter Benjamin,
Teodoro Adorno y Max Horkheimer, quienes avizoraron el problema y comenzaron a desplazar la
crítica de la economía política hacia una crítica de la modernidad. Las corrientes marxistas, en
general, están atadas a la modernidad, no ven que la crítica de la economía política es incompleta
sin una crítica de la modernidad, entendiendo a la modernidad como la matriz, la cuna histórico-
cultural del capitalismo.


Balance y autocrítica

La singularidad es única, irrepetible; es todo lo opuesto a la generalización y universalización. Se resiste a la homogeneización, incluso a las analogías. Es, si se quiere, la realidad realizada en lo concreto, en la especificidad, que parece es la única forma de realizarse, de ser real.


Venezuela: La impĺosión. O la explosión hacia adentro y lo sugerente de la coyuntura.

Hasta hace poco, todo parecía un conflicto entre la “oposición” y el gobierno; empero, ahora el conflicto se ha extendido, ahora se da entre gran parte del pueblo y el gobierno, que se ha atrincherado en los órganos de poderes del Estado que controla. No se puede decir, de ninguna manera, que se trata, como lo dice el gobierno, de “defender el gobierno revolucionario” o caer en manos de la “oposición de derecha”.
El desafío histórico es otro; ¿Cómo continuar la revolución? ¿Cómo continuar la lucha? ¿Cómo evitar que la revolución se detenga en su termidor, de “derecha” o de “izquierda”, y continúe?
¿Podrá el pueblo venezolano resolver el problema y el desafío que enfrentaron anteriores revoluciones y no pudieron hacerlo? Esto de continuar la revolución y salir del círculo vicioso del poder. No lo sabemos; empero, lo sugerente de la coyuntura álgida, es que ha aparecido, se ha pronunciado y está actuando, la tercera opción; la hemos llamado alternativa al callejón sin salida.
Lo que no quiere ver este “chavismo” deschavetado oficialista es que ya no se enfrenta solo a la “oposición”, como antes; tampoco, recientemente, a la juventud de las universidades y otros estratos medios; sino que enfrenta, ahora, al pueblo venezolano, que está harto del teatro político, además mediocre.
¿Por qué la revolución, que era esperanza y entusiasmo, se ha convertido en escasez de todo; no solo de bienes de consumo, de medicamentos, sino de ideas? Lo que no sabe el pueblo es que parte de la estructura de poder, la partidaria y gubernamental, es la nueva élite, los nuevos ricos. Si lo supiera, esta élite, que se sostiene en la confianza popular, es resultado de la usurpación de la revolución bolivariana, la élite tendría que escapar ante la furia del pueblo.
No interesa lo que diga esa “izquierda” apologista sobre estos “gobiernos progresistas”; lo que dicen es repetición de enunciados dichos antes, enunciados que han perdido contenido.
Lo que importa es lo que siente, piensa, dice, el pueblo. No es fácil abandonar esperanzas, expectativas, confianzas, sobre todo, el creer en los que se confiaron. Es todo un aprendizaje de las experiencias sociales y políticas dramáticas. Cuando se da el aprendizaje colectivo, el pueblo se libera de sus propios fetiches y se asume como protagonista de la historia.
La revolución no se impone, se la hace; es una fiesta popular llena de entusiasmo. La revolución no es un Estado, que es el que impone, si se quiere la Ley; pero también impone el capricho de los gobernantes. Cuando la “revolución” se impone ha dejado de ser revolución; es un Estado policial.
¿Cómo encontrar una salida donde el pueblo no dependa de convocatorias del mito, sino de su propia potencia social? Esta es la cuestión.

Nota de Jaime Yovanovic (Profesor J)
Ustedes disculpen, pero estamos sacando texto tras texto del artículo a modo de introducción, sin embargo contiene mucho más y se debe apreciar como un aporte a la historia, teoría y práctica del cambio y la revolución, pues aquí queda claro que los discursos y alabanzas de las izquierdas y los intelectuales que defienden la represión de Maduro, son pura paja molida.


Gubernamentalidad clientelar y corrupta

La forma de gubernamentalidad clientelar ha convertido la convocatoria inicial, popular, en clientelismo; tratando de mantener la audiencia a través de la complicidad en la distribución de la prebenda. Lo que era seducción, antes, cuando convocaba el mito, se ha convertido en concomitancia de la clientela en el don adulterado de los procedimientos paralelos, que usan la institucionalidad como relación de poder dolosa.

¿Quién es indio? Como me enseñó un activista joven mapuche: indio es el que, los y las que, luchan por la defensa de la Madre Tierra. Como dice Silvia Rivera Cusicanqui: Todos tenemos el indio dentro, en el cuerpo y en la cultura, pues eso que tenemos nos empuja a defender la vida.


Colombia: ¿No será de la derecha la bomba de Bogotá? El sesgado comportamiento del gobierno de Santos

¿Por qué solo se trabaja con dos hipótesis o con una, la que supone que podría haber sido el MRP, y no con la tercera hipótesis, que supone, mas bien, una asociación mafiosa, además, vinculada a la “derecha” más recalcitrante? La BBC Mundo anota:
Originalmente, el gobierno había señalado que tenía tres hipótesis respecto a la autoría del ataque en el Andino, aunque se abstuvo de dar más detalles.


Sobre la crisis ecológica: Enredos elocuentes del poder

¿Quiénes son los que se esfuerzan, incluso, algunos, de manera desesperada, en descalificar el activismo ecológico[1]?
Últimamente se ha escuchado decir al vicepresidente de Bolivia que si bien hay crisis ecológica en el mundo, no pasa lo mismo en Bolivia, pues tenemos poca población y hay más árboles per cápita que en otros países. Este argumento raya en el sin sentido y su corroboración aritmética es torpe. A nadie se le puede escapar que al convivir en un mundo, mejor dicho, planeta, que llamamos Oikos, nuestro hogar, todo lo que pase en cualquier parte del planeta afecta a todo el planeta. Se trata de la integralidad de los ciclos vitales y los ecosistemas compenetrados[2].
Esto no solo es un desatino, sino es un forcejeo chapucero por demostrar lo contrario de las evidencias.
Es difícil asumir que alguien crea que no hay crisis ecológica, aunque lo han dicho elocuentemente los potentados empresarios de Estados Unidos de Norte América, aludiendo que se trata de un “invento de ambientalistas y ecologistas”. Lo que se puede suponer es que ellos, todos los que descalifican el activismo ecologistas, sean empresarios o políticos, de toda clase, de “izquierda” o de “derecha”, consideran que son efectos colaterales del “desarrollo”, que se pueden enmendar, con medidas adecuadas. Solo que las medidas en las que piensan son adecuadas a sus ganancias. En palabras populares, en verdad, les importa un comino lo que pase con el planeta.
Hay que detenerse en los embrollos argumentativos en los que se mete esta gente, agentes del sistema-mundo capitalista extractivista, que discursa como si fuesen defensores de la naturaleza. ¿Por qué hay que hacerlo? No para sacar algo de estos malabarismos discursivos, sino para auscultar, en el síntoma del embrollo, el sentido de estos comportamientos y conductas, que parecen desquiciadas.


Sistema-mundo y economías regionales

¿Qué es una economía? ¿Un espacio de movimientos dinerarios, de circuitos de intercambio, de disposiciones y dispositivos de producción; así como también, de niveles de consumo; apoyando todo esto con transportes y medios de comunicación?
¿Y la economía transfronteriza?
A propósito de los acontecimiento en las fronteras Venezuela-Colombia, México-Estados Unidos, Guatemala-México, muros, migraciones, delincuencia y tantos otros, en especial los últimos sucesos Bolivia-Chile.