Autor: “raul zibechi”
Colombia quiere ser la Ucrania de Sudamérica
El alineamiento de los Gobiernos de Colombia con Estados Unidos ha sido una constante a lo largo de su historia, prácticamente sin fisuras. Lo novedoso es que Bogotá se está convirtiendo no sólo en aliado, sino en el peón de las jugadas geopolíticas de Washington, en pieza clave de su estrategia regional.
Volver a tejernos y movilizarnos
En muchos rincones del continente se multiplican encuentros de colectivos autónomos y comunitarios, dejando atrás los momentos más duros del aislamiento, dispuestos a reencontrase y moverse otra vez para romper el aislamiento y seguir resistiendo los megaproyectos de muerte.
La lógica geopolítica bloquea la emancipación
Si observamos lo que sucede puertas adentro de las tres grandes potencias que pugnan por la hegemonía mundial (Estados Unidos, China y Rusia), veremos cómo la prioridad de las lógicas geopolíticas y las luchas interestatales estrechan los espacios de los movimientos antisistémicos y hasta la crítica a los poderes establecidos.
El Estado y nosotros …que lo quisimos tanto
Claramente en contra del sentimiento de Marx, que aborrecía a los Estados y aspiraba –quizá ingenuamente– a su extinción, la mayoría absoluta de sus herederos de facto, instalaron esa institución en el centro de sus sueños emancipatorios. De forma acrítica, la política de izquierda centrada en los Estados ignora que nunca han sido palancas para la transformación de las sociedades. Peor aún, las rebeldías se estrellaron una y otra vez contra sus muros, y el poder estatal consiguió, como señala Abdullah Öcalan, “pervertir al revolucionario más fiel”.
Luchar por el agua y por la vida en tiempos de pandemia
Foro por el agua con la participación del movimiento de Pueblos Unidos, Carlos González miembro del Congreso Nacional Indígena y Raúl Zibechi. Al escuchar las diversas voces que ahí resonaron con una gran participación de mujeres de diversas edades resultaba inevitable plantearse las preguntas: ¿En qué momento eso que hace que la vida sea posible se volvió una mercancía? ¿Por qué lo aceptamos sin resistencia?
Los pueblos y la guerra entre potencias
La pregunta es qué deben hacer los movimientos y los pueblos en movimiento ante un conflicto entre grandes potencias, en concreto Estados Unidos y Europa frente a China y Rusia. ¿Abstenerse? ¿Tomar partido? ¿Construir una agenda propia?
Los de abajo, el 80%, sin estrategias y confundido
Brzezinsk, ex consejero de Seguridad Nacional de Carter, enfatiza que 20 por ciento de la población mundial es suficiente para sostener el sistema económico y que 80 por ciento restante no tendrá ni empleo, ni oportunidades, ni futuro. Una dificultad mayor para actuar conjuntamente, que divide profundamente a los movimientos y organizaciones, proviene de la izquierda, que quedó atrapada en el binomio dictadura o democracia, apoyando siempre al “mal menor”. Más allá de cuántos sean los verdaderamente empeñados en superar este sistema, lo que parece decisivo es avanzar hacia autonomías territoriales donde ejercer autogobiernos, capaces de crear mundos nuevos. Su multiplicación, será por contagio.
Mantener el timón en medio de tormentas y colapsos
Con este repaso de desastres, debe mencionarse la crisis terminal de las izquierdas, la desaparición de un sector político que se ha evaporado, literalmente. En este panorama de colapsos y pandemias, las fuerzas anti-sistémicas estamos sometidas a tremendos desafíos que, a menudo, sentimos nos superan. Entre ellos, la militarización y paramilitarización de nuestros entornos es quizá el más complejo. ¿Cómo mantener la firmeza? Primero, no sabemos. Segundo, mantener el timón orientado hacia la autonomía y el autogobierno colectivos.
Tercero, fortalecer la organización, mejorar las autodefensas y mantener la diversidad interna con alta participación de mujeres y jóvenes.
Estamos ante una crisis civilizatoria que comenzó antes de la pandemia
Recuerda el periodista e investigador uruguayo Raúl Zibechi la siguiente idea del Subcomandante Marcos, formulada en 2007: “Las grandes transformaciones no empiezan arriba ni con hechos monumentales y épicos sino con movimientos pequeños en su forma y que aparecen como irrelevantes para el político y analista de arriba”.
Los (supuestos) límites del capitalismo
No se puede derrotar el capitalismo si a la vez no se construye otro mundo, otras relaciones sociales. Ese mundo otro o nuevo, no es un lugar de llegada, sino un modo de vivir que en su cotidianidad impide la continuidad del capitalismo.
Las urgencias y el pragmatismo demolieron el pensamiento crítico (r)
Si el pensamiento crítico naufraga en la cortedad de miras, ha optado también por culpar de todos los problemas a la derecha. De este modo, al amputarse la autocrítica con la excusa de no dar argumentos al adversario, queda impedido de aprender de los errores, de confrontar abiertamente y debatir en colectivo para llegar a conclusiones comunitarias que orienten la acción.
La descomposición del sistema-mundo
Una mirada amplia, permite concluir que la descomposición del sistema-mundo ya ha comenzado, que puede llegar a ser traumática y, sobre todo, que los pueblos debemos tomar nota de la brutal tormenta que se cierne, ante la cual debemos decidir cómo defendernos.
2021: un año de resistencias por la vida en AL
El parlamento de la provincia de Chubut, sur de Argentina, aprobó una ley a favor de la minería en diciembre, pero debió anularla una semana después ante la insurrección masiva de la población. En Chile, el año comenzó con un sostenido aumento de la insurgencia pacífica mapuche, que no se ha dejado desgastar por los procesos electorales. El hecho más significativo del año fue la gigantesca movilización lanzada por el pueblo colombiano el 28 de abril. En esa fecha fue convocada una huelga de 24 horas por las centrales sindicales, pero las y los jóvenes desbordaron la convocatoria. En el norte del Perú se formó en diciembre el Gobierno Territorial Autónomo Awajún. .
Gobierno Autónomo Awajún. El imparable crecimiento de las autonomías de abajo
Indigna que la prensa de izquierda y de arriba, se desborde de titulares cada vez que un caudillo progresista gana elecciones sólo para administrar el modelo, ya que no podrá hacer cambios estructurales, como lo han demostrado todos los gobiernos recientes de esa tendencia. Pero no escriben una sola línea cuando pueblos enteros toman el camino de la autonomía.
En realidad, no creen que las y los de abajo podamos tomar nuestro destino en propias manos, y sólo confían en que algunos especialistas con vocación de caudillos puedan hacerlo. Contra toda evidencia.
Tiempos de colapso III: Construcción y luchas de pueblos en resistencia
Este tercer volumen de la colección Tiempos de Colapso, coordinado por Raúl Zibechi, viene cargado de textos que nos acercan a las distintas formas en que se muestra el colapso en las periferias internas y externas de esta Europa del capital que nos retiene.
Los 40 ladrones
El concepto de burguesía ha ganado un lugar importante en las ciencias sociales establecidas y sigue siendo habitual en el pensamiento crítico de las varias tendencias que lo integran. Prefiero utilizar el concepto de Abdullah Öcalan, quien define a la clase en el poder como “los 40 ladrones. Öcalan dice que el capitalismo se afirma en el poder militar y político para usurpar los “valores sociales”, entre los que destaca “la mujer-madre por el hombre-fuerte”, por “el grupo de bandidos y ladrones que le acompañan”. Aquí no hay “inversión” de capital, sino especulación o robo.
Colombia. Entre la rebeldía y la esperanza. Reflexiones en torno a la Movilización social 28A 2021
Esta reflexión analítica y etnográfica trata de entender como esas diversas iniciativas y expresiones de organización social, popular y comunitaria emergen generando un nuevo ámbito político, que desborda la cultura de la representatividad, potenciado por nuevas subjetividades y colectivos sociales, que avanzan en términos de conciencia colectiva de bien común y en cultura política confrontativa como clase precarizada, hacia la transformación de la oficialidad opresiva secuestrada por las agremiaciones económicas de beneficio privado, bajo el modelo neoliberal.
Cuidar el bosque, cuidar la vida
Desde hace 16 años el Comité en Defensa del Bosque Nixticuil, una brigada comunitaria situada en la colonia Tigre II, en la periferia de Zapopan (Guadalajara), viene preservando, protegiendo y reforestando un área codiciada por la especulación inmobiliaria. Frente a este capital mafioso, los miembros del Comité oponen la cohesión y firmeza comunitarias, la autogestión que se plasma en rifas, ferias y fiestas para recaudar fondos que les permiten comprar herramientas. Han creado un espacio de mujeres que resulta clave para la continuidad del colectivo, ya que “no es posible la liberación de la tierra sin la liberación de la mujer”, como sostiene una de ellas, destacando la conexión de la lucha contra el patriarcado con la defensa del territorio.
Ecuador. Mujeres de Frente: resistencia y dignidad
Una de las alegrías profundas que me ha deparado la pandemia, pese a todos los dolores, es haber conocido a nuevas organizaciones, siempre abajo y a la izquierda, en diversos países de nuestra América. El colectivo Mujeres de Frente nació en la cárcel de Quito en 2004, “conformado por mujeres presas y no presas, embarcadas en un proceso de investigación-acción feminista antipenitenciaria”
El barrio de Sants, en Barcelona. La retaguardia económica de las resistencias y los cambios
Sants fue el barrio obrero de la ciudad industrial que a fines del siglo XIX ya contaba con sólidas organizaciones obreras y una vasta gama de asociaciones territoriales como cooperativas y espacios de ayuda mutua. Es uno de los territorios catalanes con la mayor densidad asociativa imaginable. Un caso muy particular es Can Batlló, la fábrica textil del siglo XIX que en 2011 fue recuperada y que ahora funciona como Espacio Comunitario y Vecinal Autogestionado (https://canbatllo.org). En ese enorme espacio funcionan 25 comisiones, desde biblioteca popular y circo hasta huertas y rocódromo, una quincena de talleres y diversos proyectos todos autogestionados.