Autor: “Raúl Prada Alcoreza”
El anti-ecologismo jacobino
Texto muy oportuno por los acontecimientos del terremoto en México y los extraordinarios huracanes en el Caribe.
El levantamiento zapatista, en 1994, abre otro ciclo de rebeliones, en la nueva generación de luchas anticapitalistas; más profundas que las que plantearon las luchas del proletariado. La actitud anticapitalista indígena es más profunda porque cala más hondo que la interpretación marxista; toca substratos más profundos de la dominación del sistema-mundo capitalista; toca el substrato colonial, del que emerge el sistema-mundo y su geopolítica de dominación.
Lo que ocurre ecológicamente, en cualquier parte del planeta, afecta a todo el planeta. Se trata de ecosistemas integrados en los ciclos vitales, sincronizando las dinámicas complejas ecológicas.
La amenaza a la sobrevivencia humana exige un cambio radical en todas las poblaciones y en todos los pueblos, en todas las sociedades. No se puede seguir por el camino del “desarrollo”; el costo es la destrucción del planeta y el ecocido, la destrucción de la vida.
Sabemos que el núcleo del conflicto en la coyuntura es el TIPNIS, por el motivo de la construcción de la carretera que cruza el bosque, en lo que se ha venido denominando el núcleo del ecosistema del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure. El discurso en cuestión sirve para descalificar la lucha indígena en defensa del TIPNIS y la vida, para descalificar al activismo ambientalista y al activismo ecologista, para descalificar a los movimientos ciudadanos y de intelectuales críticos en defensa del TIPNIS. También el discurso sirve para legitimar la construcción de la carretera.
El “gobierno progresista” se convierte en un brazo operativo del ejercicio de poder mundial de la hiper-burguesía de la energía fósil.
Democracia o democracidio
Dedicado a las guerreras de Achacachi, espíritu encarnado de Bartolina Sisa; a los guerreros de Achacachi, espíritu encarnado de Tupac Katari.
bolivia: Abolición de la democracia y banalización de los conceptos
Asistimos a la abolición de la democracia, paradójicamente por medios “democráticos” o que, por lo menos, lo hacen a nombre de ella. Asistimos a la banalización de los conceptos; se los vacía de su contenido y se usa la cáscara de su superficie para emplearlos como mejor conviene al discurso demagógico del poder. La segunda elección de magistrados es más chuta que la primera; la que perdió el “gobierno progresista” frente al voto nulo y blanco. Lo que equivale efectivamente a la anulación de las elecciones; sin embargo, aun así se continuó con la imposición de la abolición de la democracia; democracia que según la Constitución debería ser participativa. Esta segunda elección de magistrados, que obviamente no aprendió la lección de la primera, convocó a su elección de una manera irregular, sin cumplir con lo que manda la Constitución. La Constitución, que establece el sistema de gobierno de la democracia participativa, pluralista, directa, comunitaria y representativa, exige que haya debate abierto, que haya participación social y popular, que los candidatos emerjan de esta deliberación colectiva, que se los conozcan y hablen con la gente. Nada de esto ocurrió
El bumerang de la forma de gubernamentalidad clientelar
La trampa, el engaño, la estafa, el fraude, la tramoya, el ardid, forman parte, como conductas, de prácticas que buscan beneficios suplementarios, aprovechándose de confianzas y usando las leyes, normas y reglamentos de una manera pervertida. Cuando ocurre esto en la esfera política, hablando de la política en sentido restringido, es decir, institucional, se usa, además de una manera forzada y violatoria la maquinaria estatal, en beneficio de fines mezquinos, usando medios no menos miserables.
El discurso del poder
El discurso del poder es maniqueo, no solamente dualista, por lo tanto, en su origen arqueológico religioso, donde el bien se enfrenta al mal, los fieles a los infieles; que en la versión del discurso político aparecen en el esquematismo dualista del amigo y el enemigo
El síndrome político del emperador
¿Quién es el sujeto que considera que él es la verdad, la verdad inmaculada, la única verdad; lo demás es mentira, error garrafal, traición? Se ha asumido este problema desde las ciencias sociales, considerando los contextos en los que se mueve este sujeto, además de lo que dice, del discurso asumido, de su ideología; sin embargo, no parece tan adecuado este punto de partida o enfoque, pues no se trata de problemas relativos ni al contexto donde se encuentra el sujeto, ni a la ideología que reclama como suya. Más parece un perfil estructural subjetivo, que hay que atender como demanda desesperada de reconocimiento.
El recurso político de las Fuerzas Armadas
Una comparación del “gobierno progresista” con la dictadura militar
Bolivia: Hermenéutica compleja del conflicto. Dejar los paradigmas heredados
Dedicado al Mallku, Felipe Quispe, y a la guerrera amazónica Marquesa Teco; que abren senderos hacia mundos alternativos.
La muletilla de la conspiración
El legendario pueblo rebelde de Achacachi ha llegado a La Paz y convoca a los pueblos de la ciudad de El Alto y La Paz, convoca al pueblo boliviano.
Bolivia: Farsa del comediante
Hablar de que los indígenas del TIPNIS viven mal, según los parámetros de la cultura o el modo de vida urbana de las sociedades modernas, porque no tienen aire acondicionado, ni gozan de energía, es constatar que se está dentro del paradigma colonial de la modernidad y del sistema-mudo capitalista. Decir que la carretera les va llevar energía, postas de salud, escuelas, el “progreso”, hablándoles o refiriéndose a quienes viven muy lejos de donde va a pasar la carretera, es no tener mucha idea de la geografía o considerar que se puede hacer creer estos cuentos a la opinión pública.
Bolivia: Vuelve la movilización social anti-sistémica
Achacachi ya no se bloqueará sola, sino que se hará sentir para que el país conozca que Achacachi es un guardián de la democracia. “Tenemos a la cabeza al hermano Felipe Quispe, que ayer ha sido posesionado como máximo representante de la comisión de bloqueo y movilización. En función a ellos pues se determinarán todas las medidas radicales que vamos a asumir; nosotros ya no estamos a la cabeza de asumir cualquier medida. A partir de las 05:00 ellos ya están movilizados y los vecinos se han auto-convocado; están furiosos contra este gobierno porque está agarrando la justicia a la orden de un partido político, para hacer persecución contra los dirigentes”.
Acostumbrado el gobierno a maniobrar, a usar la supuesta astucia criolla, que más de astucia tiene de torpeza, de forcejos, considera que también en estos casos se va imponer. Pero, se equivoca; ya le mostró la VIII marcha indígena en defensa del TIPNIS y de la vida lo que puede el coraje de los pueblos indígenas; ya le está mostrando Achacachi lo que puede el coraje del legendario pueblo de Achacachi. Falta que el pueblo boliviano apoye a estas resistencias y luchas contra el despotismo de la forma de gubernamentalidad clientelar.
Los nuevos patrones los nuevos conquistadores
Los nuevos patrones y los nuevos conquistadores aparecen como las nuevas figuras de la contradicción histórica, inaugurada por la modernidad; sociedad moderna versus naturaleza, a la que hay que dominar. La singularidad de estas nuevas figuras conquistadoras y colonizadoras es que representan el avance de la frontera agrícola contra los bosques, las cuencas, los ciclos vitales, sobre todo, representan el avance de la ampliación expansiva de la frontera agrícola del cultivo de la coca excedentaria. La singularidad de estas figuras conquistadoras y colonizadoras no es solo que lo hacen como proyecto de “desarrollo”, sino que lo hacen a nombre del “antiimperialismo” y, lo más incongruente, a nombre de la “descolonización”.
El mundo del poder
La responsabilidad del pueblo venezolano es salir del círculo vicioso del poder, que tiene dos caras, la de los enemigos, que, sin embargo, son cómplices de la reproducción del poder. La responsabilidad de todos los pueblos del mundo es apoyar al pueblo venezolano, porque en su lucha están jugándose el destino de todos los pueblos, de la humanidad; salir del círculo vicioso del poder y de los chantajes emocionales e ideológicos de los enemigos, que tienen más parecidos entre ellos que diferencias.
La responsabilidad del pueblo boliviano es salir del círculo vicioso del poder; ni volver atrás, como se dice, ni salvar a los impostores e usurpadores de la movilización prolongada y del proceso constituyente; sino abrir otros caminos, que se hacen camino al andar; hacia las sociedades autogestionarias y de autogobierno, que reinserten a la sociedad a los ciclos vitales ecológicos. La responsabilidad de todos los pueblos del mundo es apoyar al pueblo boliviano, en esta lucha en defensa de la vida, del TIPNIS, de la Constitución.
Lo mismo pasa con otros referentes histórico-políticos-sociales. Se trata de apoyar a los pueblos en pie de lucha, que buscan salir del círculo vicioso del poder; como ocurre con el pueblo kurdo, sobre todo respecto a las comunidades libertarias, autogestionarias y de autogobierno. Se trata de apoyar a las naciones y pueblos indígenas del continente, que defienden los espesores territoriales, las cuencas, la vida de los ecosistemas; estas naciones y pueblos contienen la información civilizatoria para salir del círculo vicioso del poder, que la civilización moderna y el sistema-mundo capitalista ha ocasionado.
Geografía libertaria versus geopolítica
Geografía libertaria versus geopolítica, emancipación versus dominación. Este es el desplazamiento y la ruptura epistemológica definida en geografía, la ciencia descriptiva del espacio, por parte de Milton Santos. Después de él la geografía brasilera ahonda en los tópicos territoriales, estudiando y analizando los movimientos social-territoriales, por Bernardo Manzano; después, por Carlos Walter, discípulo de Milton Santos, deslizándose más lejos, con una geografía que interpreta y participa en las huellas territoriales y en los espesores de la movilización social. Es esta geografía activa y comprometida la que ha convertido a la disciplina del espacio en una heurística y hermenéutica de los espesores territoriales y de los tejidos espacio-temporales-sociales.
Bolivia. Nuevo golpe del presidente Evo Morales contra la naturaleza y comunidades indígenas: La ley de la burguesía rentista
Con esta promulgación el gobierno extractivista, del modelo colonial del capitalismo dependiente, cree resolver el conflicto del TIPNIS, con un golpe jurídico-político, que vulnera la Constitución y viola los derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en la Constitución. Cuando lo único que ha hecho es abrir una nueva fase del conflicto.
Defensa de la vida y de los territorios indígenas
Ni los “gobiernos progresistas”, ni los gobiernos neoliberales, ni los gobiernos liberales, ni los gobiernos conservadores, ni el orden mundial, responden a la problemática de la crisis ecológica. Todos están atrapados, a su manera, en la marcha al abismo. No se crea que la lucha por la defensa del TIPNIS es solo contra un “gobierno progresista” o del mismo estilo, es decir, gobiernos extractivistas; sino contra todos los gobiernos que hemos conocidos en la historia de la modernidad. Gobiernos que gestionan formas de “desarrollo”, en contra de los ciclos vitales, en contra de la potencia creativa de la vida. Frente a estos gobiernos, formas de gubernamentalidad, correspondientes a formas de Estado, está la responsabilidad humana, la responsabilidad de las sociedades humanas, de reinsertarse a los ciclos ecológicos del planeta; compartir la complejidad dinámica de la vida, articularse e integrarse, a todas las sociedades orgánicas del Oikos.
Bolivia: Gobierno de las trasnacionales extractivistas y de la burguesía de la coca excedentaria
La burguesía rentista[1], conformada por los nuevos ricos, la nueva élite en el poder, los empresarios privados de la coca excedentaria[2], que ya tiene alianza con la burguesía tradicional, la burguesía agro-industrial y los terratenientes del Oriente boliviano, empuja compulsivamente su “desarrollismo” a ultranza. Aunque se trata de un “desarrollo” reducido a la expansión intensiva del modelo extractivista colonial del capitalismo dependiente.
Venezuela: La apuesta por la continuidad de la revolución
Estamos ante la descarnada decadencia de la clase política. Mucho más notoria cuando se usufructúa los símbolos de la revolución, la memoria de las revoluciones históricas; peor aún, cuando se usurpa al pueblo la conducción del proceso de cambio, por parte de una burocracia mediocre y angurrienta, además de corroída y corrupta.
Hay que defender lo que ha quedado inconcluso de un proceso de cambio, abierto por el pueblo, por la insurrección popular del caracazo. Hay que defender la Constitución de 1999, que ha sido aplicada parcialmente. Hay que defender las comunas y las misiones, sobre todo contra la burocracia que las ha boicoteado. Hay que defender la apertura a la participación popular, social, colectiva, indígena; hay que defender la autogestión comunitaria y participativa, que están establecidas en la Constitución bolivariana. Todo esto no tiene nada que ver con “defender” una burocracia decadente.
Venezuela: Teatro grotesco de la gubernamentalidad en crisis
La burguesía rentista de la forma de gubernamentalidad en crisis ha decidido la puesta en escena del teatro grotesco. Ya ni siquiera simulación, sino quitándole todo decoro, prefiere presentar la trama de manera descarnada, sin tapujos. La escena es la siguiente: La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que no tiene nada de constituyente, sino, mas bien, se evidencia el carácter pleno de ser des-constituyente y de desmantelación de la Constitución lograda por el pueblo. Ante la evidencia de su falta de convocatoria y convencimiento, corroborada en las elecciones legislativas, donde el oficialismo perdió estrepitosamente, el gobierno clientelar propone una aritmética del poder, donde se pierde la lógica matemática, así como las condiciones necesarias y suficientes de la representación y de la igualdad; requisitos indispensables para la validez electoral. Cree la forma de gubernamentalidad clientelar en crisis que con esta maniobra, donde desaparece incluso la astucia; pues se presenta en toda la desmesura grotesca de su torpeza, sin cubrir las apariencias.
Venezuela: En busca de consensos
¿Se puede llegar a comprender, a través de estas intuiciones, que se puede detener la locomotora desbocada, que marcha al descarrilamiento, por consenso colectivo, por decisión social, cuando los pueblos se asumen como la integración de las voluntades multitudinarias? ¿Se ha dado alguna vez este acontecimiento en las plurales historias de las sociedades humanas; sobre todo, en las sociedades modernas, que es lo que nos atinge directamente? Buenas preguntas, a las que solo se puede responder auscultando en la experiencia social y en la memoria social; en términos conocidos, aunque estrechos, auscultando en los espesores de la historia. Sin embargo, de lo que se trata, ahora, es preguntarse y responderse si el pueblo venezolano experimentará este acontecimiento revelador del sentido inmanente, en una coyuntura álgida, llena de convocatorias.