Artículos de: Abril, 2020

Rusos lanzan protestas virtuales masivas usando la aplicación sat nav

Desafío multitudinario a la centralidad y autoritarismo del estado.


Bukele, presidente de El Salvador muestra el camino del poder de los estados: Apareciendo como el más “humano” en las medidas sanitarias ordena usar fuerza letal contra pandilleros

Sabido es que El Salvador presenta al mundo dos características: la primera es que se trata de la crisis y caída de la izquierda del gobierno, que en este caso al igual que en Ecuador, se trata de uno salido de las filas gobernantes del progresismo.
Lo segundo es que se trata de un país que como México y Brasil, tiene notable influencia y accionar de las pandillas llamadas “maras” que se diferencian unas de las otras en los tatuajes que cubren hasta todo el cuerpo.
Bukele aprovechando la pandemia lanzó fuertes medidas sanitarias con gran despliegue publicitario y simpatía internacional ( muchos ingenuos mostraron como ejemplo en sus facebooks, A tí te digo), luego de lo cual pretende dar una lección al mundo entregando como James Bond licencia para matar a “esos delincuentes”. Recuerda las políticas fallidas de gobiernos de derecha que hablaron tiempo atrás de “delincuencia cero” para disimular los evidentes lazos orgánicos entre esos cuerpos armados y los aparatos represivos del estado. Como sea, esta medida justifica la transformación del estado en un ente más represivo y vigilante, mientras las izquierdas guardan silencio, apoyan a López obrador en México, a Maduro en Venezuela y a Ortega en Nicaragua y en Chile quieren hacer una constitución “más humana” con una lluvia de derechos, pero no quieren tocar para nada el tema del poder centralizado, obviamente, pues si alguien lucha por el poder, lo quiere centralizado y odia la descentralización de las comunidades, barrios y municipios autónomos. Aborrecen. Derecha e izquierda unidos tras el mismo objetivo: el poder.


La solidaridad es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba hacia abajo y no altera las relaciones de poder

Desde la independencia de clase se abre una posibilidad para la organización que sitúe también las luchas barriales como espacios desde donde defender y conquistar derechos básicos. Esto no es poco después de décadas de abandono por parte de sindicatos y partidos políticos. Esa posibilidad tendrá necesariamente que sustentarse sobre una base profundamente crítica. Tenemos la posibilidad de dejar de contemplar y pasar a ser sujetos activos. De poner en marcha una praxis que implica la acción y reflexión de nuestro entorno para transformarlo.


Coronavirus y decrecimiento

Ante el vigor de las pandemias sanitaria y represiva es urgente acometer una discusión sobre la actualidad de la perspectiva del decrecimiento. Tanto más cuanto que lo que infelizmente tenemos delante de los ojos en nada se ajusta a lo que reclama esa perspectiva. Nada tiene que ver, por decirlo de otro modo, con el horizonte que el mundo decrecentista ha manejado en las dos últimas décadas, que no es otro que el de movimientos y sociedades que, de manera consciente y voluntaria, y en virtud de los imperativos derivados de los límites medioambientales y de recursos del planeta, asumían un ejercicio de autocontención.


En Venezuela surgió una nueva burguesía fundada sobre el desfalco a la nación

El ministro de comercio del gobierno de Chávez y actual dirigente de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución Bolivariana cuestiona severamente la economía y el autoritarismo del gobierno de Maduro


Orientaciones para comprender, protegernos, sanarnos y replantear la vida en las condiciones que impone la pandemia

Arlenys Espinal, Educadora para la Participación Sociopolitica. Mlitante de la Educación Liberadora. Cofundadora de la Escuela para la Participación en Salud Social ESPARSAS. Investigadora de Saberes Ancestrales. Participante de Movimientos Sociales para la Transformación.


Política anticapitalista en tiempos de coronavirus

Cuando el 26 de enero de 2020 leí por vez primera acerca de un coronavirus que estaba ganando terreno en China, pensé inmediatamente en las repercusiones que tendría en la dinámica global de la acumulación de capital.


Gobierno ecuatoriana baja medidas del aislamiento, pero Confederación Indígena dispone cuarentena en mayo para sus territorios

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) dispuso este lunes la continuidad de la cuarentena durante el mes de mayo en los territorios de las poblaciones originarias, pese a que el Gobierno iniciará un proceso en el que se pasará del aislamiento al distanciamiento social.
En un comunicado, el liderazgo indígena que aglutina a las catorce nacionalidades reconocidas en el país, señala que ha tomado esa directriz, ‘en estricto apego al derecho de autodeterminación de los pueblos’,


Y nos hemos dado cuenta de lo mucho que dependemos los unos de los otros para sobrevivir…

Todos hemos aprendido que la enfermedad, la derrota, las dolencias y padecimientos son también un mensaje. Ese mensaje es despiadadamente claro y directo, nos dice que debemos parar, descansar, cambiar nuestros hábitos, cambiar el rumbo. Sin embargo algunos todavía nos resistimos a escuchar y buscamos una “cura” para eliminar lo que ha revelado nuestra vulnerabilidad, para volver rápidamente a la “normalidad”, cuando la normalidad fue justamente el origen del problema, de los problemas.


Aún creo en el poder del pueblo

Cuando aparecieron los trabajadores rurales del Alentejo y quisieron informarse sobre la reforma agraria les animé a coger los fusiles y ocupar las tierras y para que se hiciese, di instrucciones a la Guardia Republicana de que no interviniese.
¿Y las ocupaciones de las casas?
También.


Del poder popular de los cordones industriales al autogobierno de los municipios autónomos

Los cordones industriales de Chile durante el gobierno popular de Salvador Allende, gérmenes de poder popular, agrupaban asambleas de trabajadores de industrias y empresas pequeñas y medianas en diferentes espacios territoriales como comunas o barrios industriales.


México: La organización de pueblos, contra el coronavirus

Cerrar el pueblo les acarreó críticas. Vara relata que hubo avecindados y empresarios turísticos que les acusaron, con aseveraciones racistas y clasistas, de impedir el libre tránsito y “violar sus derechos”. Pero la estructura barrial prevaleció en su derecho a la libre determinación. Hoy, hasta el municipio coopera para reforzar las barricadas sanitarias y su organización les permite vigilar las entradas todo el día mediante relevos.


Covid-19: todos estamos afectados por los sesgos cognitivos

Excesivo optimismo o precisión, convicción de ser “diferente”, referencias al pasado, sesgo retrospectivo, sesgo de confirmación, el profesor de gestión Olivier Sibony describe, en un foro de “Le Monde”, las distorsiones psicológicas que afectan a los juicios y opiniones sobre la pandemia.


Si tocan a una respondemos todas

Soy Ingrid, soy Fabiola
y soy Valeria
Soy la niña que
subiste por la fuerza
Soy la madre que ahora
llora por sus muertas
Y soy esa que te hará
pagar las cuentas
(¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!)
Por todas las compas
marchando en Reforma
Por todas las morras
peleando en Sonora
Por las comandantas
luchando por Chiapas
Por todas las madres
buscando en Tijuana


Comunidades indígenas de Colombia llevan alimentos a la periferia de Cali desde haciendas recuperadas

Tercera Marcha de la Comida: tres toneladas de afecto para comunidades de Agua Blanca en Cali.
No somos el estado, no somos una oenegé
no somos parte de un decreto
no buscamos un voto ni una candidatura,
somos comunidades como ustedes


Movimientos en la pandemia: un nuevo comienzo rebosante de dignidad y autonomía

El periodista y analista Raúl Zibechi inaugura una sección en El Salto para dar seguimiento al trabajo de los movimientos sociales en tiempos de la pandemia. Desde Perú a México, pasando por Ecuador y Uruguay, colectivos sociales se organizan y luchan por defender el derecho a sus territorios frente a las multinacionales y los intereses especulativos, que no han frenado su avance a pesar del confinamiento.


Por la socialización obrera y vecinal de los medios de producción en cada municipio andaluz

También nos reclamamos herederos de quienes fueron el pueblo originario andaluz, Al-andalus, la primera civilización de occidente en nuestra tierra que acabó con el feudalismo, realizó repartos de tierras y alcanzó las mayores cotas de su época en desarrollo de las artes, la ciencia, la filosofía, la cultura y libertad.
Nota: Esta mirada expresa que podemos avanzar hacia el fin de la “propiedad” obrera o de sus representante, como el ejemplo de las fábricas ocupadas que “se abren” hacia vecinos pero siguen la orientación trotskista de que sea el estado quien se haga cargo, lo que se demostró con la experiencia leninista en la ex Urss que murió tristemente en el capitalismo de estado. Los compas andaluces definen que obreros y vecinos en cada municipio se hagan cargo de los medios de producción, que si no pasan por el estado, entonces apuntan directo al comunismo.


La izquierda sin sujeto

La rigidez no es un atributo sólo de la derecha, así como el realismo no es una virtud que convenga siempre a la izquierda. Es fácil verificarlo: los que están a la izquierda —muchos de ellos— se complacen en hablar de las “leyes de la dialéctica”, de las “leyes del desarrollo económico”, de las “leyes de la lucha de clases” y de la “necesidad histórica de la Revolución”, todo lo cual encuentra su término en una certeza final: el necesario tránsito del capitalismo al socialismo. La lógica es aquí de hierro: cada revolución que triunfa confirma el determinismo de la historia. Pero ¿esta certeza es para nosotros suficiente? Porque, cabe preguntarse: cada revolución que no llega a realizarse, cada revolución que fracasa, ¿qué determinismo niega? ¿A cuenta de qué irracionalidad debe ser colocada? ¿Quiere decir, en resumidas cuentas, que no era entonces necesaria?


Nuestra existencia es nuestra resistencia

Entrevista con Sônia Guajajara, coordinadora de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil


Hambre y redes solidarias

La autoorganización de la sociedad desde su experiencia comunal, urbana y rural, alumbra un camino alternativo que puede reducir las carencias y quién sabe, ojalá, salvar vidas.