Artículos de: 9 Mayo 2018

Se supone que Mattarelli ahora aceptará entregar la jefatura del gobierno a la antipolítica.

“Nosotras trabajamos con una orgánica horizontal, no como en la política. La verdad, no nos vemos como diputadas”, sostuvieron entre risas.

El Movimiento Cinco Estrellas (M5S) italiano, ganador de las elecciones del 4 de marzo, y la ultraderechista Liga Norte (LN) han solicitado este miércoles a la presidencia de la República un plazo de 24 horas para debatir un “posible” acuerdo de Gobierno.

Los estudiantes autoconvocados sostienen que no puede haber diálogo, sin que se nombre una Comisión de la Verdad que sea confiable e independiente, y Ortega no parece estar muy apresurado en cumplir ese requisito.

Típico machista: Rafael Gumucio. el patriarca, intenta explicar que se trata de una movimiento de solteras narcisistas, sin hijos y de buen pasar económico, y además se da el lujo de orientar como deben pensar y luchar las mujeres. Cavó su propia tumba el patriarca, al que llegó su otoño.
Los grupos ideológicos de todos los colores empiezan a apoyar… pero con sus limitaciones, ya que cada uno tiene sus límites del ser y del deber ser.
La antropóloga Sonia Montecinos, nada feminista, apoya pero… con reparos. Obviamente para ella son unas niñas inmaduras que necesitan orientación de esta mujer madura regalona del saber-poder.
Nosotros como universidad libre de la tierra y del común seguimos con nuestro polémico taller feminista gratuito en Valparaíso estudiando el libro que rompió con los múltiples feminismos tradicionales dependientes de partidos e ideologías: “Caliban y la bruja” de Silvia Federici los viernes a las 15h. en el sindicato de trabajadores de la construcción, Blanco 1054. Puede llegar directamente a inscribirse o informarse en el correo unlibre@gmail.com

Sectores de izquierda, críticos de Sortu y de ETA, siguen planteando que la salida es la constitución de la vanguardia y la construcción del estado para avanzar a la sociedad sin clases, lo que no suma a la tendencia creciente a nivel planetario de concentrar esfuerzos en el protagonismo autónomo social y el despliegue de la potencia de los pueblos en sus formas propias de autodeterminación, autogobierno de localidades y enlazamiento horizontal que relativice el papel del estado ante las necesidades y soluciones populares de los de abajo. Las izquierdas son buenas para denunciar y generar cierta consciencia, pero su afán en la voluntad de poder las inutiliza como instrumento popular y se entregan fácilmente a los métodos sistémicos cuando ven que los pueblos se apartan gradualmente de las instituciones mediante una abstención cada vez más generalizada y ellos “los buenos de la película” los tironean para traerlos de vuelta al redil estatal.