Artículos de: 27 Agosto 2022

Colombia: transiciones extractivistas, los distintos progresismos y los nadie de aquí y allí

Estamos ante una propuesta que no es conservadora, pero que al mismo tiempo estará insertada dentro del capitalismo, como ha reconocido el propio Petro.


La cultura cupisnique

La cultura Cupisnique fue una civilización que se desarrolló en el territorio peruano entre los años 1500 y 200 a. C. No obstante, es a partir del año 800 a. C. cuando se comienza a hablar de una civilización propiamente dicha. Se asentaron en lo que actualmente es la costa norte del país, en el departamento de la Libertad. Esta cultura fue predecesora de la cultura mochica y se desarrolló de forma contemporánea a la civilización chavín.


Antropoceno y Biopolítica: Narrativas, resistencias y nuevas epistemologías ante el avance de la frontera extractivista en la Bolivia del Siglo XXI (r)

Un enorme cambio en el planeta remueve las bases de la civilización humana. La fusión violenta entre razón capitalista, tecnología y naturaleza ha dado lugar a una simbiosis que se expresa en la destrucción/mutación del orden natural que caracterizó la interacción de los sistemas de vida por millones de años. Todo aquello que permitió la evolución de condiciones para el surgimiento de las especies y los ecosistemas en el Cenozoico (65 millones de años), de la que el Holoceno (11.700 años) –período entre la era post glacial y la civilización humana- es apenas la última fase, se está perdiendo.


Agoecología(s) emancipatorias(s) para un mundo donde florezcan muchas autonomías

Nos proponemos un ensayo en el sentido de experimento, exploración, tanteo. Una reflexión en voz alta; una invitación al diálogo para, como nos enseñan lxs zapatistas, escuchar y aprender en el caminar colectivo de transformación. Nos inspiramos aquí en los principios y aprendizajes que lxs
zapatistas, en su lucha por la vida, aportan a la construcción de un movimiento global de transformación agroecológica. Luego del levantamiento zapatista el 1° de enero de 1994, muchxs intentaron desacreditarlo calificándolo como un levantamiento contra el progreso, la modernidad, el futuro. Se les acusó de ingenuidad, ignorancia, utopismo, de naífs y hasta de ser un movimiento “polpotiano” arcaico y sectario. Hoy, a más de 25 años de ese ¡Ya Basta!, de ese ejercicio de resistencia y rebeldía, de esa declaración de principios, valores y vivires, podríamos decir: “sí… sí fue un levantamiento contra el progreso, la modernidad y el futuro”. Fue un levantamiento contra una modernidad capitalista, racista, patriarcal, heteronormativa y excluyente; un progreso de la ideología neoliberal y su necropolítica agro-hidro-extractivista; y un futuro de privilegios para
una minoría y de muerte para las mayorías. Fue un levantamiento por el pasado, por el presente y, sobre todo, por futuros y mundos otros.