Artículos de: 20 Enero 2019

Los chalecos amarillos: un objeto social no identificado

La secuencia amarilla sigue abierta. La monarqu?a liberal no la ten?a en sus previsiones. Corre asustada entre los ?ndices de las bolsas y un renovado arsenal represivo. El Estado exhibe sus m?sculos al mismo tiempo que su impotencia, su irrecuperable ceguera social. No sabe c?mo desarticularlos. Ya es demasiado tarde. Los ?chalecos amarillos son una innovaci?n en la expresi?n de la injusticia: salieron a denunciar el virus social recurrente que cada d?a se traga la riqueza de las sociedades del mundo.


Nicaragua: Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos otorga medidas de protecci?n a M?nica L?pez Baltodano y su familia

La defensora de derechos humanos y ambientales, M?nica L?pez Baltodano, hija de los comandantes sandinistas Julio L?pez y M?nica Baltodano, ha sido asesora legal del Movimiento Campesino Anticanal desde enero de 2014; forma parte de la coordinaci?n de la Iniciativa Nicarag?ense de Defensoras de los Derechos Humanos de las Mujeres y de la Articulaci?n de Movimientos Sociales y Sociedad Civil. Adem?s, pertenece a la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB); es asesora de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ) e integrante de la coalici?n ambientalista Grupo Cocibolca. Actualmente, funge como directora ejecutiva de Fundaci?n Popol Na.


Clase magistral: La heur?stica de la crisis econ?mica en el neoliberalismo

La sociedad siente que los tradicionales mecanismos por los cuales se regulaba la producci?n, la distribuci?n de la riqueza, y las relaciones de poder, est?n desfasados y no pueden, al menos en esos momentos, devolverle a la sociedad la confianza en sus propias capacidades.
El neoliberalismo necesita de las crisis econ?mica. Ellas se convierten en el umbral necesario para su tr?nsito de la econom?a hacia la pol?tica y hacia el control de la sociedad.
Gracias a la crisis econ?mica, se puede flexibilizar el trabajo sin la resistencia activa de los sindicatos. Gracias a la crisis econ?mica se puede radicalizar la austeridad, sin movilizaci?n social que la cuestione. Gracias a la crisis econ?mica se puede eliminar cualquier traba jur?dica, social, pol?tica o institucional que obstaculice a las corporaciones transnacionales.
En el neoliberalismo no hay oposici?n real entre el mercado y Estado.
As?, quien controla al mercado, controla la pol?tica y, por tanto, la sociedad. Quien sale de las coordenadas del mercado puede ser reinscrito a su interior gracias, precisamente, a la violencia del Estado.
Es necesario que la sociedad y los diferentes sectores sociales que siempre han visto y han situado dentro del Estado la resoluci?n de sus conflictos y la defensa de sus intereses, ahora resignen esa praxis y reconozcan la legitimidad pol?tica del mercado como el espacio en el cual se resuelvan esos conflictos pol?ticos y esas luchas sociales.
En consecuencia, para que esos sectores sociales se alienen de sus tradicionales mecanismos y procesos de regulaci?n social, es necesario destruir esos mecanismos, es necesario alienar a la sociedad de la pol?tica, es necesario crear una cesura radical entre la sociedad y su propio Estado. De la misma manera que el obrero no se reconoce en la mercanc?a que ?l mismo ha creado, as? la sociedad, en el discurso neoliberal, debe alienarse del Estado que es su propia creaci?n.


A pesar de los agoreros, los chalecos amarillos sorprenden nuevamente repitiendo la cifra de 84 mil manifestantes

La bronca de un pueblo injusticiado en la capital de la democracia ya se est? cristalizando en permanencia y decisi?n, s?lo los ejemplos de construcci?n barrial y pol?ticas p?blicas aut?nomas podr?n ir abriendo caminos de autoorganizaci?n y de formas de vida compartida que avancen hacia los autogobiernos locales.


Como sacan provecho los israelitas ocupantes con las peleas internas por el poder estatal entre Hamas y Fatah en territorios palestinos

Los mismos capitalistas israelitas se encargan de dar publicidad a los enfrentamiento y bochinches entre los capitalistas chiitas de Hamas y los capitalistas pro-occidentales de Fatah, ya es hora que el pueblo israelita descarte el estado de Israel y vuelva a las comunidades de los kibutz, y el pueblo palestino descarte la idea del estado palestino y se autoorganice como sus vecinos kurdos en villas, ciudades y aldeas aut?nomas articuladas horizontalmente en el confederalismo democr?tico, pero en esos dos pueblos como en Chile y en todas partes, la pelea es entre izquierda y derecha donde los astutos de un lado y del otro arman sus partidos donde los jefes dirigen masas de ovejas, o sea, puro patriarcado. Y teniendo a los kurdos al lado y no aprenden, como en Chile, que tenemos a los mapuche al lado y seguimos buscando la luz en el tarro de basura de la partidocracia.


Zapatistas, por la vida

Otro importante tratado te?rico fue escrito por Raoul Vaneigem, es La revoluci?n de la vida cotidiana o La revoluci?n de todos los d?as, un libro de 1967. Vaneighem era belga, fil?sofo y exmiembro de la Internacional Situacionista (1961-1970). Es un an?lisis de la afectaci?n de la vida cotidiana por parte del sistema autoritario capitalista y de la reducci?n del mundo a mercanc?a, trazando perspectivas para un cambio radical en la vida cotidiana tanto individual como colectiva, afirmando que el punto esencial de la emancipaci?n no es otro m?s que cambiar la vida.
El movimiento situacionista o situacionismo ser?a la denominaci?n del pensamiento y la pr?ctica en la pol?tica y las artes inspirada por la Internacional Situacionista (1957-1972).
Esta corriente, cuyo planteamiento central es la creaci?n de situaciones, emergi? debido a una convergencia de planteamientos del marxismo y del avant-garde como la Internacional Letrista y el Movimiento para una Bauhaus Imaginista (MIBI). En 1968 el movimiento propuso el comunismo consejista como orden social ideal., acerc?ndose al Marx de la Comuna de Par?s y a Rosa Luxemburgo. Tuvo gran influencia en la Revoluci?n de Mayo de 1968.


Venezuela: la estafa de la representaci?n

Los gringos se retiran de Siria dejando el campo abierto al fascista de Erdogan para invadir el norte de Siria y acabar con la revoluci?n de Rojava. Suram?rica se llena de gobiernos de derecha. La satrap?a que seguir? estando en el poder tendr? que decidir si abandonarlo, negociar o disponerse a la guerra. Toda representaci?n despu?s de la ahogada revoluci?n bolivariana esta muerta. Es el tiempo de una revoluci?n hermosa y muy dura.


Las izquierdas uruguayas en tiempos confusos

Un buen an?lisis, pero deja de lado la tarea de construcci?n. Reconoce la existencia de la potencia social, pero aparece como terreno en disputa de los partidos, suavizados por la apelaci?n a “la izquierda”, insistiendo en la necesidad de agrupamiento y unidad, lo que no es m?s que centralizaci?n. No incorpora las principales din?micas sociales a nivel mundial que hacen ?nfasis en la valorizaci?n de las diferencias y la capacidad de cada una de intervenir a su modo en la construcci?n de otro mundo, sin estado y asentada ya no m?s en el poder popular o contrapoder, sino en el autogobierno y otros autogobiernos que en conjunto constituyen tejidos horizontales sin fronteras.