Artículos de: Febrero, 2019

El Ecuador -y en gran medida el propio mundo empobrecido- vive atrapado en el ciclo maldito de la acumulaci?n capitalista perif?rica y dependiente. Similar a tiempos pasados, repetimos el camino: empezamos con el ?boom? de alguna exportaci?n -primaria- que financia a un Estado ?desarrollista? (que, a veces, se autotitula ?revolucionario?), para terminar en el ?eterno retorno neoliberal?.

En el presenta art?culo nos proponemos abordar algunos aspectos de la compleja trama en la cual se inserta la disputa por el desarrollo en Am?rica Latina, a trav?s de diferentes v?as anal?ticas. En primer lugar, haremos una introducci?n en la tem?tica, con el objeto de situar desde una perspectiva hist?rica el debate acerca del ?desarrollo?. En segundo lugar, daremos cuenta de la asociaci?n entre ecolog?a popular, nuevo lenguaje de valoraci?n y movimientos de car?cter socio-ambiental. Asimismo, proponemos una revisi?n de las diferentes concepciones que impl?citamente recorren el discurso dominante acerca del territorio. En tercer lugar, realizaremos una reflexi?n acerca de las dimensiones generales (compartidas con otros movimientos sociales), y espec?ficas (las consecuencias de la territorializacion y la multiescalaridad de los conflictos) de los movimientos de car?cter socio-ambiental. En cuarto lugar, proponemos una revisi?n de algunos de los conceptos que atraviesan expl?citamente el discurso hegem?nico en el proceso de reconfiguraci?n de los territorios, sobre todo a trav?s de los conceptos de ?desarrollo sustentable?, ?responsabilidad social empresarial? y ?gobernanza?. Por ?ltimo, abordaremos uno de los dilemas que hoy recorre el espacio pol?tico latinoamericano y repercute sobre las posibilidades de acci?n de los movimientos de car?cter socio-ambiental, de cara a la reactivaci?n y acoplamiento entre tradici?n nacional-popular e imaginario desarrollista.

Las nuevas lecturas de Marx y la renovaci?n de la tradici?n marxista a menudo tienen lugar cuando la humanidad enfrenta nuevos problemas. Hoy, uno de los retos es la defensa del ambiente, que nos lleva de manera directa a la discusi?n de las necesidades humanas. Si el marxismo es una sofisticada teor?a del capitalismo y la crisis ambiental es el resultado de este sistema, est? claro que el marxismo tiene mucho que decir al respecto. Y hay una tradici?n de marxismo ecol?gico sobre la que vale la pena volver.

Obviamente que a estas alturas del campeonato ya no hay futuro en el trabajo municipal, a menos que la potencia social y el protagonismo de los de abajo logre constituir sus propias forma de autogobierno. Veremos como traduce la CUP en votos su capacidad movilizadora de calle y sus maneras de autoorganizaci?n barrial, aunque no tenemos idea de si eso sirve para algo.

Fatha aprovecha que controla el ejecutivo y manda detener a su archi enemigo de Hamas, Abu Salem, miembro del reci?n disuelto Consejo Legislativo Palestino.
Israelitas se matan de la risa y la solidaridad mundial a palestina queda como chaleco de mono.

El ataque fue en el sureste del pa?s, regi?n de Baluchist?n, el territorio ancestral de los baluches, que al igual que los kurdos, los mapuche y tantos otros, tienen ocupadas sus tierras entre tres pa?ses: Pakist?n, Ir?n y Afganistan, pa?ses donde varias guerrillas pro marxistas luchan por la autodeterminaci?n baluche e hist?ricamente han tenido gran simpat?a por la lucha de liberaci?n del pueblo kurdo.

Mientras el 20 por ciento se manifiesta a favor y en contra de Nicol?s Maduro y de sus contrarios de la oposici?n, existe un 80 por ciento que s?lo busca sobrevivir en medio de la crisis causada por estos dos factores de la partidocracia.
En estos momentos, los venezolanos no podemos ser v?ctimas de la manipulaci?n de estos representantes de la partidocracia, ya que los mismos est?n defendiendo sus intereses particulares, cada uno respondiendo a su vez a los intereses geopol?ticos de las grandes potencias, como lo son Estados Unidos, Rusia y China, lo que convertir?a a Venezuela en un eventual escenario de confrontaci?n entre ?stas por el control de la riqueza petrolera de nuestro territorio.

Panorama del debate sobre autoritarismo.
Jerarqu?a, autoridad y poder.
Hip?tesis te?ricas hacia una Cr?tica deconstructiva de las formaciones discursivas y las estructuras pr?cticas de los autoritarismos.
Genealog?as modernas de los autoritarismos.
Conclusiones.
Bibliograf?a.

Primer general en activo en desconocer a Maduro llam?ndolo dictador reconoce a Guaid? como presidente.
Se informa de captura de grupo de militares, incluido un coronel, que planeaban asesinatos selectivos.
Hacinamiento y tratos crueles en la Direcci?n General de Contrainteligencia Militar contra militares detenidos.
Fuerza de Acciones Especiales FAES, el grupo de exterminio de la Polic?a Nacional Bolivariana.

?Hay personas que quieren tapar la ansiedad con orgasmos?
La sex?loga Adriana Royo argumenta en Falos y falacias que nuestras relaciones sexuales se han convertido en un producto de consumo. En la era de Tinder, la superficialidad se ha instalado en nuestras vidas y ha extendido sus tent?culos hasta el feminismo.

Cr?nicas de la organizaci?n, resistencia y logros de la autodefensa comunitaria en las monta?as del estado de Guerrero en M?xico contra la delincuencia armada, la ineficiencia de las fuerzas militares y policiales del estado.

Toda pedagog?a es pol?tica, por acci?n o por omisi?n,

La alimentaci?n es una actividad cotidiana imprescindible para
LAVIDAYCARGADADESIGNIlCADOSQUEREmEJAYREPRODUCELASRELACIONESSOcioecon?micas y pol?ticas de una sociedad. La materialidad de la alimentaci?n actual en la globalizaci?n se construye en el imaginario colectivo dominante a partir de tres sesgos fundamentales de la mirada occidental:
el antropocentrismo, el etnocentrismo y androcentrismo propios de la patriarcalidad/colonialidad del poder/saber/ser. Este trabajo pretende establecer un di?logo cr?tico entre la agroecolog?a, los feminismos y la teor?a decolonial aplicado al an?lisis del imaginario alimentario hegem?nico con el objetivo de pensar, desde una perspectiva cr?tica-fronteriza, premisas culturales alternativas que contribuyan a la construcci?n de propuestas alimentarias sostenibles y justas que superen los tres sesgos fundamentales de la mirada occidental (pre)dominante.

Uno de los aspectos m?s luminosos del zapatismo ha sido la invitaci?n a no reproducir una pol?tica de solidaridad basada en los pueblos ind?genas como actores que requieren ser salvados o quienes deben estar agradecidos por tener aliados.

En el argumento de los personajes que lideran este proyecto y del mismo Presidente parecer?a estar la suposici?n de que un proyecto as? va a acabar con la pobreza casi de forma m?gica y autom?tica. Pero, realmente, ?esto es verdad? Mi tesis es que definitivamente no. D?jenme explicar porque y la experiencia que hay al respecto.

Los asesinatos, secuestros, violaciones, amenazas y dem?s violencias de g?nero se incrementan en M?xico de manera alarmante, lo reconozcan o no las nuevas autoridades federales y estatales. El hecho es que ante la inoperancia y desconfianza en quienes deber?an cuidar la integridad de las mujeres, se construyen redes solidarias y se apela a la autodefensa para no ser asesinadas ni desaparecidas.

Al lado de Ciudad de M?xico, capital del pa?s, en Xochimilco, el pueblo de San Luis Tlaxialtemalco se constituy? como la primera comunidad local con autogobierno. Y vienen m?s.

Esta ma?ana mi abuela, Manuela D?az de Cle?an, inici? su viaje final al wenu mapu, al espacio azul. Dicen los antiguos que subi? en su sulky, lleno de zapallos, camotes y sandias. En los bolsillos llev? muchas semillas. Entre ellas ma?z y trigo para no pasar hambre. Dicen que la esperan los Antiguos. Habr? gran asado de lech?n y cordero estos cuatro d?as all?, porque eso le gustaba comer y seguramente alg?n pavito tambi?n.
Su transformaci?n en puro esp?ritu inici? hoy, 26 de enero y se completar? en cuatro d?as. Espero escuchar el tue tue, para avisarme que ya lleg? bien. Que hubo encuentro con su linaje ancestral.

Ni el ?Resumen Ejecutivo? ni el Parte Policial N? 01130 dieron cuenta de la utilizaci?n de las 40 c?maras de grabaci?n que registraron un centenar de videos ese 14 de noviembre cuando muri? Camilo Catrillanca.

En medio de la oleada popular nicarag?ense contra el dictador Ortega, las multitudinarias caravanas migrantes y la expansi?n de los autogobiernos zapatistas, muy pronto tendremos novedades de los tres pa?ses centroamericanos m?s fr?giles donde hab?a crecido la guerrilla que fue devorada por el reformismo progresista de las izquierdas conciliadoras.